En un ataque de creatividad y proyección de amor, a mi madre se le ocurrió mezclar su nombre (Naiva) y el de mi papa biológico (Ulises) para llamarme NAIULIS, nombre que en mi adolescencia omitía ya que me parecía más genial el primero.
Recuerdo a mi padre como un hombre alto, de piel roja, era tan blanco que un poco de sol bastaba para ponerlo como un tomate asado, de ojos claros, no recuerdo con exactitud si eran verdes o azules, el era un hombre estricto, frío y poco amoroso, tenía un sentido del humor bastante pesado, se podría decir que era ágil para hacer negocios, era dueño de una flota de vehículos de carga pesada y constantemente viajaba. Los días que mi padre estaba en casa debíamos comportarnos mejor que nunca, ya que al mínimo error los regaños acompañados de esa gruesa y amenazadora voz eran inapelables. Mi hermano y yo le temíamos aunque no nos golpeaba, su presencia era intimidante, la unión entre mis padres cesó y junto a ella la conexión con él.
Viví junto a mi padre biológico los primeros 7 años de vida pero bastaron para sentir que nunca tuve un padre, al menos no como las películas mostraban o como padres los veía en casa de mis amiguitas, no entendía ¿por que él era así?. Tras la ruptura de la relación entre mis padres, sinceramente me sentí aliviada de no tener que verlo ni sentir esa presencia que de niña no disfrutaba. Lo siguiente al sentimiento de alivio fueron las preguntas, esas que de niños nos hacemos al ver a otros padres hacer lo que el tuyo no hace y desear tener algo igual.
Pasaron algunos años y un día entre lágrimas por sentir que mi padre nos había realmente abandonado, cerré mis ojos y en una oración dije:
“Dios, dicen que tu eres nuestro padre, nuestro creador, que tu estas en todo lugar, que tu sabes aun cuantos cabellos tiene nuestra cabeza, si tu eres eso y mas, has que este sentimiento se marche y que pueda sentir que tu realmente eres mi padre”.
En medio de la oración y lágrimas me quedé completamente dormida, en la mañana siguiente indescriptiblemente me levante totalmente distinta, estaba convencida que la oración había sido respondida, el sentimiento de abandono se fue y se quedo en mi vida el padre más grandioso, majestuoso, amoroso, poderoso y espectacular. Desde ese día nunca más me sentí sola pero lo mejor de todo, es que éste nuevo padre prometió que nunca me dejaría.
Comencé a crecer y todo iba genial tenia nuevos amigos, nueva casa, mi madre y hermano solos para mi, tenia tranquilidad, paz y la certeza de un padre que me amaba y guardaba cada día, todo parecía no faltarle nada. Pero como nada es perfecto, un día mi madre decidió darse una oportunidad con un nuevo hombre, pese a que deseaba que ella fuese feliz, no quería que nadie viniera a intervenir en el nido de 3 que éramos. La puesta en escena de un nuevo integrante no parecía agradarme, a ese nuevo hombre lo odiaba, su presencia causaba que mis maquinaciones malignas se despertaran. Si les relatara las travesuras que le hacía tendría que escribir un texto exclusivo que titularía “Como hincharle las pelotas a un padrastro”.
¡¡Padrastro!! que palabra tan fea, la odiaba, pero debía aceptarlo, había un nuevo pasajero en el barco y por mas que lo arrojaba al mar, nadaba y se volvía a montar siempre con una buena cara, con honestas palabras y algunas veces hasta con regalos regresaba, que pesado era. Ocurría que pasaban los años y él seguía, constante, amistoso, creativo, solidario, ocurrente y sin darme cuenta aquel “odio” (que no era otra cosa más que celos lo que sentía) se transformó en algo nuevo para mi, se vislumbro una realidad inminente y era que la vida me había regalado un “tercer padre”.
Esta vez estaba ante un padre que me demostraba su amor más allá de las palabras, pero a la vez se comunicaba conmigo eficientemente, dejaba sus sugerencias, opiniones, recomendaciones, consejos y peticiones sin que me causaran molestia, por primera vez este nuevo padre era mi amigo.
Mi padre bilógico me dio su genética, parte de mi nombre, mi identidad, mi forma de vestir, un origen y una familia.
Mi padre Celestial me hizo entender que Él siempre me está cubriendo en las tormentas, que sólo necesito hablarle de corazón y Él sanará cualquier dolor y que su presencia camina conmigo.
Mi padrastro me enseñó que la paciencia y amor doblega cualquier corazón.
Cada historia es única y siempre las cosas suceden por una razón, solo hay q aprender y descubrir q trae cada nueva persona, no me gusta leer, pero tú me haces leer, gracias por invitarme
ResponderEliminarAsí es, solo el tiempo nos enseña a ver a las personas tal cual son.... Gracias
EliminarTu padre es el tiempo. Pues el tiempo con su bolígrafo impreciso diseña nuestro destino. Por veces no lo comprendemos, y salimos a llorar cuando personas se van. Pero pronto o con cierto tiempo, otras llegan para nos sacar sonrisas! Excelente y emotivo tu texto.
ResponderEliminarAsí es, no hay nada que el tiempo no cure.... gracias
EliminarLa vida y sus cosas, siempre nos enseña que no todo es como lo planeamos y que cada segundo es una oportunidad de conocer y descubrir (válido para personas) y bueno Mita a falta de 1.....3 😊
ResponderEliminarConocer y descubrir, me gusta... Gracias.
ResponderEliminarPadre: es una palabra con un gran peso, es hermoso ver y leer este relato es imposible no emocionarse no sentir que se te empaña la vita y debes parpadear para seguir leyendo, admiro tu madurez eso forma de ver la situación de asimilar y ser fuerte, ya vez por falta de 1 te dio 3, éxitos infinitos te esperan.... y yo estaré allí para disfrutarlos contigo... no te detengas deja que esa pluma ruede por que tienes un enorme talento. Tía te ama mucho!!!!
ResponderEliminarme encanta saber que la historia emociona, muchas gracias por esas hermosas palabras tía...
ResponderEliminarQuerida Zukka: En tiempos de crisis, se descubren talentos que no sabíamos que teníamos, al leer tu narración me doy cuenta que tambien tienes talento de escritora, por lo que te fecilito.
ResponderEliminarUna narración es buena cuando te hace, sentir la historia como propia y eso fue lo que lograste en mí, Recordé a mi padre, y pensé...se parece mucho al tuyo.
Apreciado Galo, me emociona que vivas la historia... Gracias por tus palabras las valoro..
ResponderEliminarLos padres terrenales y sus cosas.. Pero Dios y sus cosas.. Reflexiono sobre las cosas que pedimos a Dios y las que pedimos quizá hasta sin darnos cuenta y agradezco por las circunstancias en las que he transitado en mi vida, quizá no las mejores en algunos momentos, pero si las necesarias para hacer de mi alguien mejor. Gracias por este escrito!
ResponderEliminarA ti por leerlo. Que bueno que te genero reflexión y agradecimiento.
ResponderEliminarMi querida zukka. Que grato es leer todo lo que escribes y ver la mano de Dios en todos las etapas de tu vida. Que bueno es Dios y que talento tenias escondido, no solo eres buenas con las palabras, también con las letras.
ResponderEliminarMuchas gracias. Y si Dios siempre es bueno.
EliminarEn ocasiones pensamos q nuestras vidas son muy simples al leer las de otros...
ResponderEliminarCada vida es única y maravillosa.
EliminarÉste me pareció genial. Me hizo ver a los padres de otra manera. Muy emotivo prima. 🥺
ResponderEliminarQue alegría saber que aporto algo positivo a tu vida.
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