El Versus
A continuación, se describirán relatos de carácter sensible, si hoy no estas de buen humor y con la tolerancia a tope, recomiendo no leer.
Caminaba sobre la tierra una idea catastrófica que al posicionarse poco a poco fue destruyendo todo a su paso como una plaga arrasadora, todo inicio en el año 1998, ese fatídico año se instauro el mal, que trastorno abruptamente el futuro de toda una generación. El mal fue tan astuto que empezó separando la base fundamental de la sociedad como es la familia, continuó con amigos, compañeros de trabajo, luego apostó por su golpe más alto, logró separar una nación entera, dividiéndolos entre los afines y los detractores.
Luego que el mal instauró la división en la subconsciencia de la nación, procedió a sectorizar y ultra valorar a los afines, dejando a los detractores en el lado desproporcionado de la balanza. Innumerables son las infracciones cometidas por el mal, detallarlas pasarían páginas enteras para describir 20 años de frustrantes, incómodas, injustas y tristes situaciones por las que el mal ha hecho pasar a la pequeña Venecia de Sur América, llamada Venezuela.
Diferentes organizaciones mundiales continuamente arrojan datos estadísticos, sobre el “éxodo de venezolanos” “niños venezolanos en estado de desnutrición” “adultos mayores muriendo por falta de medicinas" “delitos contra lo derechos humanos en Venezuela” “crisis sanitaria” y muchas noticias más que se reseñan, reportan y contabilizan a diario.
Lastimosamente a los seres humanos no nos importan los números en estadísticas que expresan cosas negativas; nos importa son los números que se crecen en nuestras cuentas bancarias, en redes sociales y bienes materiales, de resto somos completamente insensibles al saber que miles de personas a nivel mundial, se encuentran en estado de movilidad, que huyen cada día de sus países motivados por violencia, pobreza, persecución y cientos de razones mas.
A el mal no le bastó con dividir la sociedad venezolana en múltiples formas, sino para terminar de fraccionar la historia los clasificó entre “los que se fueron” versus “los que se quedaron”, incluyendo términos tales como “quién es más valiente o patriota” llevando una vez mas a la penosa crítica interna sobre esta nueva denominación.
“Los que se quedaron” son personas valientes, que pelean luchas diarias en una batalla que parecería no tener fin. Sus luchas inician desde que se levantan ingeniandoselas para trasladarse a sus lugares de trabajo, ya que el transporte público no funciona bien a causa de la escasez de combustible y repuestos para sus vehículos. La luz, el agua, el internet, el gas, son de esas cosas que cada día esperan obtener como una dádiva que le place dar a los que tienen el poder de administrar. Los que se van, por el contrario, no les preocupa acceder a los servicios básicos o al transporte público eficiente, lo que mas les inquieta es tener como pagarlos cada mes.
Es una completa ambigüedad tanto para el que se queda como para el que se va, todos y cada uno de los venezolanos, indistintamente a que nivel, nos hemos visto afectados por una catastrófica administración de unos seres, que se niegan a reconocer sus errores, delitos y abandonar el poder.
Formo parte de “los que se fueron”, he recorrido algunos países en busca de una mejor calidad de vida, creo he vivido todas las etapas de un migrante, ningún comienzo es fácil, pero lo peor de comenzar una nueva vida, es enfrentar las múltiples injusticias a las que somos sometidos por no ser de aquí ni de allá. En lo particular he vivido en países, a los que nombrare de manera películesca para evitar herir algún patriotismo. Los nombres serán “Gótica”, “Wuakanda”.
En Gótica tuve una corta estancia, un país rico gastronómicamente, de gente alegre, solidaria y muy trabajadora, lo malo en gótica es su sistema laboral, en el que un horario normal de trabajo es de 12 horas por un sueldo mínimo. Si tu trabajo amerita estar de pie, créeme que esas 12 horas escasamente podrás ir al baño y con suerte comerás sentado. El trafico conjuntamente con el trasporte público es la experiencia mas sensorial que podrás tener y si visitas Gótica en verano mucho mas.
Quiero que imagines transportándote en un bus apto escasamente para 15 personas sentadas, con una altura máxima de 1,50 metros, en donde en una hora pico fácilmente meten a 30 personas unas sobre otras en posiciones algo contorsionistas, te sometes a la activación muscular mas grande de la historia tus manos y piernas aumentan su resistencia para lograr llegar al destino sin ser aplastado en el intento, mientras respiras los diversos aromas de cada integrante que te acompaña y no te bajaras de allí sin antes rozar parte de tu cuerpo con algún desconocido, como diría la canción “es mas que una experiencia religiosa”.
En Gótica me estafaron, trabajen por 15 días y no me pagaron, luego cambie de trabajo y para lo que fui exactamente contratada era lo que menos hacia, me llenaban de tantas actividades simultaneas que la palabra poli-funcional queda corta. Trabajaba de lunes a domingo y libraba un martes cada quince días y para esa fecha tenia tantas cosas acumuladas que descansar no era una opción. Hice muy buenos amigos en Gótica, dejé las puertas abiertas en cada lugar que estuve y me quedaron grandes vivencias.
Si de grandes vivencias se trata, en Wuakanda creé demasiadas, es un país con privilegiada diversidad biológica, cultural y geográfica. Allí estudié fotografía, volví por segunda vez a estudiar ingles (aun estoy en nivel básico) y junto a mi esposo consolidamos formidables metas, pero a diferencia de Gótica en Wuakanda me costo mas hacer amigos, a modo muy particular pienso que a nivel de relaciones interpersonales la sociedad Wuakanense carece de empatía, sin contar que comunicarse desde la sinceridad no es su fuerte.
Por otro lado, me llamo mucho la atención la forma de entretenimiento y diverision que tienen en Wuakanda, si vas a una fiesta familiar, algún bar o discoteca la gente disfruta del momento sin importar si bailan o cantan bien. Ese choque audio-visual para mi fue significativo ya que en mi país si no bailas bien ni por error te sometes al “chalequeo” (burla) pública y si posees un sentido del ritmo bastante estropeado como el mío, permaneces sentado en todas las fiestas.
En Wuakanda forje la tolerancia. Tuve un jefe que solo por respeto a sus canas nunca lo mande la mismísima ________________ inserte las groserías que le vengan a la mente. Creo que es el hombre que más rabias me ha hecho dar en la vida, actuaba bipolarmente, un día estaba tranquilo y al otro día me gritaba por atender amablemente a alguien que él quería que tratara mal, una cosa de locos, pero me quedo la enseñanza que pese a quien te rodee y te presione para sacar lo peor de ti, tu debes mantener tu esencia intacta, eso hablará mas de ti que las palabras.
Por último, me encuentro en Asgard pero debo aguardar para escribir sobre este lugar, por ahora puedo decir que visualmente todo es agradable.
Si eres de los que se quedaron, no critiques a quien se fue, ellos al igual que tu se esfuerzan cada día para estar bien, para ayudar a su familia y por ser felices. Si eres de los que se fueron, entiende que el entorno cíclico que viven los que se quedaron no es fácil y valora su capacidad de sonreír aun en medio de todo.
¡Ya no aceptemos mas el versus al que nos someten!
Todos somos parte de una sola nación del Glorioso Bravo Pueblo, de los insaciables come arepa, de los que mantenemos un chévere a flor de piel y siempre reflejamos estar bien.
Aguardo la esperanza de que todos nos volvamos a encontrar, que podamos estrechar un vinculo mas intenso, que todo lo que nos separó un día, se convierta en fuerza inquebrantable para ser una sociedad mejor de la que fuimos.
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